LA ENERGÍA CORPORAL
Sentarse cómodamente, con brazos y piernas
descruzados. Relajar el cuerpo y comenzar a sentir hasta que punto más allá de
la piel se expande nuestro cuerpo. Como variante se pueden extender nuestros
brazos, con las palmas de las manos frente a frente, comenzando a juntarlas y
separarlas sentir la energía que hay dentro de ellas. A veces se siente como un
cosquilleo, como calor o como una pelota entre ellas. Puedes aprender a
identificar tu propia sensación para percibir la energía corporal.
En el momento que ya se ha sentido la energía,
comenzamos a pensar en una situación o en una persona. Si la energía disminuye
o se va, nos indica que es algo fuerte, que nos está desgastando. Si la energía
se expande, quiere decir que es algo bello, algo positivo.
Usamos este ejercicio para saber cual es la
solución adecuada a un problema, cuando al estar concentrados en el problema,
comenzamos a pensar en diferentes soluciones hasta que una de ellas haga
expandir, crecer la energía. Esta es la solución, así luego nuestra mente lo
dude.
LA CONCENTRACIÓN
Asume una postura cómoda, sentado, mejor no te
acuestes y en silencio, cuidando que en lo posible no te interrumpan, fija tu
mirada en un objeto que escojas, ya sea cercano o lejano. Concéntrate en mirar
sus más pequeños detalles, yendo de un detalle al otro. Quédate así durante por
lo menos 20 minutos. Si sientes que los pensamientos llegan y te vas a otro
lugar, tan pronto caigas en cuenta, vuelve a fijarte en los detalles. Si
sientes que te vas a dormir, que los ojos se te cierran, vuelve a poner
atención a los detalles. Deja que suceda lo que ha de suceder, siempre atento
al objeto.
Puedes hacer lo mismo, con el oído al escuchar
una pieza musical o la naturaleza. Lo mismo al degustar un alimento con el
olfato y el gusto. O al hacer el amor, con los cinco sentidos.
MUNDO COMO ESPEJO.
Teniendo en mente una persona, comienza a
escribir en un papel, las características positivas y negativas de dicha
persona. Es recomendable, siempre encontrar características buenas y malas, ya
sea una persona que usted admire o que no le guste.
__________________
(Nombre de la persona)
_____________________________________________________________________________________________ (Características positivas y negativas)
Luego tacha el nombre de dicha persona y escribe
el tuyo propio. Abre tu corazón a aceptar que tienes dichas
características en alguna área de tu vida, aunque al principio rechaces tener
algunas. Explora a continuación en qué circunstancias de la vida, con quienes te comportas así. Date permiso de serlo y acéptate, con el firme
propósito de transformar en ti, no en el otro, aquello que desees.
Lo que pensamos de los objetos, también sirve
para el ejercicio.
Es un ejercicio de auto-conocimiento, cuando
nuestro ego no quiere que lo descubramos. Es una forma profunda de conocer
nuestras fortalezas y debilidades. Al aceptarlas nos amamos más. A través del
mundo podemos conocernos. Conocer esas facetas ocultas que no reconocemos en
nosotros mismos porque sentimos, creemos que nos hace daño verlas,
descubrirlas. Las rechazamos por considerarlas malas, injustas, no queremos
tenerlas, las juzgamos y deseamos que no estén presentes en nuestra vida o en
los allegados, ni siquiera en el mundo. Pero también sucede lo mismo con
aquellas de las cuales no nos creemos merecedores, las que admiramos en los
demás y pensamos que nosotros estamos lejos de poseerlas. Pero resulta que esas
actitudes, sentimientos, emociones, hábitos, creencias, simple y llanamente
ESTAN AQUÍ. Son parte integrante. Los demás las ven en nosotros y nosotros en
ellos, con frecuencia considerando, eso no es mío.
Muchas veces los demás, que las ven en nosotros,
callan por temor o por un respeto temeroso. Pero otras veces nos las ponen de
frente, palpables. En ese momento, si estamos dispuestos a ver nuestro
interior, las reconoceremos, las aceptaremos. Si no, las rechazaremos
enfáticamente, y más lo haremos cuanto más nos hallan herido en el pasado. Con
fuerza diremos “así no soy Yo”.
Aquello que veo en los demás, sea positivo o negativo, eso soy yo. Si veo en
alguien rabia, autoritarismo, eso lo tengo dentro de mí. Si veo bondad,
alegría, eso también lo tengo. Todo lo que veo en los otros lo tengo en
menor o mayor grado, quiera o no reconocerlo.
Somos las dos caras de la moneda. Somos aquello que aceptamos por positivo y también somos aquello que rechazamos por negativo.
Somos las dos caras de la moneda. Somos aquello que aceptamos por positivo y también somos aquello que rechazamos por negativo.
Conocer las dos facetas, aceptar que se tienen y
decidir cual expresamos es la armonía. Es la salud emocional.
RESPIRACIÓN:
La respiración es el ritmo de la vida, es la vida
misma. Practica la respiración abdominal:
pon una mano en tu abdomen, al inspirar ésta se debe alejar y al espirar el
aire, ésta se debe acercar. Practica la respiración abdominal en ciclos, como
son los ciclos de la vida: inspiras contando hasta 4, (retienes unos segundos
sólo cuando ya tengas un poco de práctica), y espiras por la nariz contando hasta
4. Repites este ciclo el número de veces que consideres necesario para
aquietarte, para llenarte de energía.
Respiración alterna:
Toma dos dedos de tu mano derecha, el pulgar y el anular y ponlos cerca de la
nariz, para tapar las fosas nasales alternativamente. Tomas aire por la fosa
nasal derecha, lo espiras por la izquierda, tomas por la izquierda, lo espiras
por la derecha, vuelves a tomar por la derecha y repites las veces que quieras.
Sus beneficios físicos van a mejorar oxigenación,
aumentar capacidad pulmonar, promover masaje a órganos abdominales, mejorar
cardio-vascular. Sus beneficios mentales y emocionales es ayudar a poner pausas
en el ritmo de vida y aquietarnos.
RELAJACIÓN
Toma como base la respiración. Has algunas
respiraciones profundas. Y en tu silla o en el suelo, en el trabajo o en la
casa ponte en actitud de relajar tu cuerpo. Cierra los ojos y siente la parte
del cuerpo que quieres relajar y visualiza como esa parte se va llenando de
luz, de alegría, como se distiende y la sientes cada vez más y más liviana.
Si deseas puedes ir recorriendo todo el cuerpo,
no solo una parte de él. Vas recorriendo desde la cabeza luego de sentir la
conexión con tu con lo que consideres tu Ser Superior. Vas recorriendo cada
parte y todos los órganos que recuerdes, igualmente llenándolos de luz, armonía
y felicidad. Hasta llegar a tus pies de donde sientes que salen raíces y te
anclan con firmeza en el planeta. Por las raíces entrara la nutrición que necesitas.
Podrás sentir que tu cuerpo pesa tanto que se hunde en la tierra o que se
vuelve tan liviano que se eleva. Mantén este estado tanto tiempo como desees y
dispongas, desde segundos hasta minutos u horas. Cuando lo vayas recorriendo
toma tu tiempo en cada parte hasta que se relaje, algunas partes será más
fácil, otras más lento. Dales tiempo.
Si tienes dificultad en relajar, una variante es
que te concentres en los músculos de cada región de tu cuerpo, pongas tensa
cada parte, una a la vez, y luego de ponerla tensa, de contraer el músculo, al
relajarlo al soltarlo, vas a sentir la diferencia y así podrás continuar con
todo el cuerpo. En este caso comienza doblando los dedos de los pies, sigue
contrayendo las piernas, muslos, glúteos, abdomen, parte alta y baja de la
espalda, manos, antebrazos, brazos, hombros y finalmente la garganta-cuello,
músculos de la cara y la frente.