28 agosto 2014

sistémica: el amor que está junto a tí, está en ti

"Pues solo existe una gran aventura, es hacia dentro, hacia sí mismo" Henry Miller

Los pilares de una relación de pareja son el amor, el dar y el recibir, la sexualidad, la intimidad y la convivencia. Aunque una relación fluctúa como cualquier sistema vivo, la triada cariño, sexualidad y compromiso van entretrejiendo el crecimiento con el otro y en definitiva, el crecimiento propio.


Son muchas las ocasiones en las que nos escuchamos culpando a nuestro compañero/a de cómo nos ha tratado o el poco tacto que ha tenido en lo que nos ha dicho, sin hacer una verdadera reflexión de lo que ha pasado. Cuando se establece un juego en la pareja, no hay manera de pararlo, por sutil que sea, si uno de los dos al menos, toma conciencia y sale del rol viciado que lo mantiene. Es dificil discernir lo que estamos proyectando en el otro si no nos encontramos en la calma, por ello, un dia tras otro la angustia de la comunicación puede perpetuarse.

El amor suele ser entendido como un sentimiento, a veces incluso lo he leido como la quinta emoción de las emociones básicas, sin embargo, en una actitud. Es la aceptación incondicional y agradecida del otro tal y como es. Es la aceptación incondicional y generosa de uno mismo tal y como uno es. 
Aprendemos del amor desde nuestra tierna infancia, por ello, todo lo que nos serpare de ese amor hacia ellos se interpondrá entre nosotros y los demás. Desde la visión sistémica, se dice que si ha habido un movimiento interrumpido del amor hacia mamá o hacia papá, lo habrá también hacia la pareja. El amor se aprendre y luego se repara con los padres. Cuando aprendemos y aceptamos lo que nuestros padres nos dieron, el amor puede fluir y así también fluirá nuestro amor hacia los demás. 

La primera fase de enamoramiento es necesaria para sentirnos vinculados y cercanos a esa persona amada, sentirnos parte de su existencia y el otro de la nuestra. Además es un impulso que no podemos controlar, que posiblemente viene de lejos, de una inteligencia superior de nuestro sistema por sanar o compensar algún asunto pendiente con el otro que nos atrae. Los guiones se encuentran, encajan y buscan sanarse, a pesar de que ese trabajo no es siempre cómodo y comprensible.
Después llega el amor adulto en el que se toma al otro tal y como es, alguien que se ama por ser tan imperfecto como uno mismo. En este punto, si no se ha comenzado ya antes, cada uno de la pareja se hace responsable de sus carencia, sus necesidades y de su propia sanación. Que bendición es tener al lado alguien que te ama y te lo recuerda cada dia, en cada momento! Sin embargo, en responsabilidad de cada uno revisar los temas conflictivos para aprender y después evolucionar desde el desapego. Necesitamos de un otro para reconocernos a nosotros mismo, para evolucionar en el amar, pero el otro no puede solucionar las necesidades insatisfechas que tejieron nuestro guión de vida.

Las palabras claves del amor en la pareja son:
Sí, te quiero y te tomo tal y como eres
Gracias por ser como eres, por todo lo que me estás dando
Por favor, te necesito

La pareja es una pieza esencial en nuestro destino humano. La pareja es una relación necesaria para ambos sistemas familiares, creando una nueva comunidad sistémica por la fusión de sus sistemas de origen. Creamos redes sistémicas sin darnos cuenta de la relevancia de la unión y la oportunidad dorada de crecer. Tomar y honrar nuestro adulto será aceptarnos como somos, después de tomar y honrar a los nuestros por como fueron.

Poco a poco la convivencia entre los dos miembros de la pareja permite desarrollar la intimidad. 

La intimidad será el sustrato para llegar al estado más evolucionado de las relaciones entre dos adultos.

Sí, gracias, por favor. Mirando a los ojos de la persona amada dejaremos vibrar estas palabras como una actitud amorosa de crecer y ser felices compartiendo.