20 octubre 2019

¿en qué consiste una psicoterapia?


La terapia es un encuentro humano entre una persona que solicita una ayuda de apoyo psicológico, emocional o físico y otra persona que desde su formación y experiencia se pone al servicio de una demanda de ayuda. Ambas personas interactúan en búsqueda de un mayor bienestar y mejor comprensión de la situación de conflicto y de las relaciones humanas.

Es un tema de debate, si profesionalmente se llama paciente (“el que sufre”) o cliente (“el que contrata”) en la consulta terapéutica. Algunas corrientes incluso le han denominado actiente (“el que actúa”) con el ánimo de darle importancia y responsabilidad a la persona. Para mí, los tres roles están en continúa interacción y transformación durante el proceso terapéutico y la finalidad es siempre devolver la autonomía y fuerza a la persona para seguir su vida, con más autoconciencia y conciencia del entramado social de las relaciones humanas.




"No puedo enseñar nada a nadie, sólo les puedo hacer pensar"
Sócrates

"Somos lo que hacemos de manera repetida. La excelencia entonces, no es un acto, sino un hábito."
Aristóteles

09 octubre 2019

sistémica: la reconciliación con el estrés laboral

La Psicosociología recoge el estudio del comportamiento humano junto al de los movimientos sociales, considerando el trabajo como un elemento integrador a nivel psíquico y social. El trabajo es un aspecto de la vida del Ser Huamano que bien organizado proporciona aspectos positivos, como la pertenencia a un grupo, la realización personal o una satisfacción económica.
Los factores psicosociales en el trabajo consisten en interacciones entre la personalidad del trabajador, el entorno laboral o las condiciones de organización, por mencionar las más relevantes, pero la razón que lleva al desgaste y el estrés es algo más profundo.

Existen dos fenómenos cada vez más frecuentes en el medio laboral que nos debería preocupar por su repercusión en nuestra salud: el síndrome de "burn out" o estrés intolerable y el "mobbing" o acoso moral. En ambos casos deriva en consecuencias severas para la persona como para dejarlo en segundo plano y camuflarlo con falta de recursos o la incompetencia del trabajador. 

Empecemos por la definición de estrés. Si entendemos el estrés laboral como el desequilibrio entre la demanda y la capacidad de respuesta bajo condiciones en las que el fracaso posee importantes consecuencias (McGrath,1970),vemos que la parte más importante es la percibida por la persona que acusa el estrés. Recordemos que no es lo que nos pasa, sino como vivimos lo que nos pasa. Sin embargo, otra parte importante es la que proviene del entorno que exige sin límites, o que sin exigir no apoya, a apoya pero chantajea y así un sinfín de transacciones relacionales con intenciones que no siempre quedan claras.

Según Selye (1936) después de la toma de conciencia de un estímulo estresante intenso, si se prolonga en el tiempo aparece una fase de resistencia, que parece intentar que todo esté controlado. Si la persona consigue ser objetiva y pedir ayuda para superar la situación, el estrés se convierte en un gran maestro de crecimiento, incluso de vocación. En algunas ocasiones las personas logran encontrar la verdadera misión en la vida tras estos periodos. Acompañar estos procesos en la consulta terapéutica es muy reconfortante, pues el estrés forma parte de la vida y cierta tensión es favorable. En el caso de que la situación se alargue en el tiempo y el individuo no logre reorientar su implicación, aparece la fase de agotamiento y con ella la derrota de las estrategias adaptativas para afrontar la extenuación. Este momento es extremadamente delicado y puede derivar fácilmente en enfermedad. Algunos síntomas a tener en cuenta en estos casos son:
-incremento del ritmo cardíaco, que puede desembocar en hipertensión arterial,
-movilización de los ácidos grasos pudiendo aumentar tanto los lípidos en sangre que provoque a la larga arteriosclerosis,
-aumento de la coagulación, pudiendo formar obstrucción de capilares,
-incremento de la tiroxina, desajustando el metabolismo basal del organismo,
-dilatación bronquial y vasodilatación muscular provocando cuadros de hiperactividad
y no sólo los desequilibrios físicos sino también el desequilibrio emocional y psíquico que puede desembocar en desorientación, sensación de incapacidad afectando obviamente a la autoestima e incluso depresión. 

El trabajo sistémico ofrece la posibilidad de analizar y comprender las relaciones dinámicas que se establecen en el ámbito laboral, ya que el afectado y sus compañeros de trabajo ya son un sistema en acción. El mapa que proporciona esta exploración facilita transitar los conflictos como caminos de solución, aceptando y mirando más allá de la historia vivida.

Quizás lo realmente útil para la persona que está atrapada en una situación de las mencionadas anteriormente es observar la realidad desde puntos de referencia diferentes. Una metavisión es el inicio de una nueva posición vital y el trabajo fenomenológico, sin juicios, orienta a una solución más efectiva que desde la fricción emocional. El solo hecho de provocar un movimiento nuevo da fuerza al individuo y como consecuencia al grupo, integrando y resignificando la situación.

Algunas técnicas generales para combatir esta presión laboral son:
  • desarrollo de un buen estado físico, pues el ejercicio nos obliga a desplazar la atención de los problemas psicológicos y nos permite el descanso, además de aumentar la resistencia.
  • dieta adecuada, para obtener un buen equilibrio energéticos y responder a las demandas sin desarrollar problemas carenciales.
  • apoyo social, porque el acompañamiento en estas situaciones vulnerables favorece una mejor adaptación e integración.
  • distracción y buen humor para relativizar la importancia de los problemas y prevenir situaciones de ansiedad. 
Nadie ni nada merece tanto la pena como para amargar nuestra existencia, pero es importante ver qué patrón  inconsciente se ha desencadenado para haber llegado a tal extremo. El trabajo introspectivo sobre los mecanismos personales puestos en marcha junto con una mejora de la confianza personal ayudan a resurgir de las cenizas, asintiendo a lo que pasó y tomando nuestro lugar con un nuevo sentido.