10 agosto 2012

sistémica: el psicodrama, una via creativa para la resolución de conflictos


Las Técnicas Psicodramáticas son muy útiles de cara a la gestión de conflictos, ya sean grupales como interpersonales. Deben ser desarrolladas con sensibilidad, amoldándose a los contextos y situaciones donde se considere oportuno utilizarlas. Se debe aclarar que se abre un espacio protegido con el respeto y con el consentimiento de los protagonistas.
Es muy importante que los participantes estén predispuestos, con emergentes propios del proceso de conflictos, para que en el desarrollo del trabajo vuelquen contenidos que posteriormente se comentaran en una etapa de procesamiento.
Del amplio campo de la intervención para fomentar la espontaneidad, nuevas conductas y modos de vinculación, cabe destacar las siguientes formas de utilizar algunas técnicas:

- Intercambio o inversión de roles: Para conflictos entre varias personas, cada una actuará durante un tiempo representando el comportamiento del otro, para pasar del estoy en mi lugar al me pongo en tu lugar desde el punto de vista de tus sentimientos y experiencias. Se procurará que en este intercambio no haya interrupciones ni paradas para permitir que el trabajo fluya desde posiciones que les separan hacia los intereses que les acercan.

- Esculturas o imágenes: Utilizando el cuerpo se muestra contenidos personales difíciles de exponer y liberar verbalmente. La palabra sólo aparece para aclarar mensajes que con la expresión gestual y corporal han tomado forma. De este modo, se puede ir poco a poco evolucionando de una imagen a otra.

- Soliloquio: Sirve para expresar lo que se piensa o siente en ese momento concreto. Por ejemplo, si se observa que un participante tiene un puño cerrado, o si le está temblando una pierna, el facilitador le podría pedir si puede hablar de los contenidos que se están abordando pero como si se expresase esa parte de su cuerpo para cerciorarse de si su comportamiento es aceptado internamente.

- Espejo: La herramienta del espejo se fundamenta en ocupar el lugar del otro para que observe su postura y así pueda reconocerse a sí mismo a través del otro. Es útil al reflejar e indagar sobre los sentimientos que han afectado a la persona.

- Doble: Consiste en adoptar la postura, tensión corporal y expresión facial estando al lado o poniendo las manos en los hombros de la persona que en ese momento tiene el foco dramático, para expresar lo que se percibe que no manifiesta ese protagonista para intentar completar el modo de relación. Hay que tener mucho cuidado de no aportar elementos propios al expresar lo que el otro no hizo por inhibición, bloqueo, temor o desconocimiento.

- Objetos Intermediarios e intraintermediarios: Su utilización sirve, por un lado, para restablecer la comunicación del facilitador con una de las partes y por otro, para mejorar la expresión y la creatividad al “relajar el campo tenso” respectivamente. Se pueden utilizar como portadores de un rol, así como para aportar lenguaje simbólico alternativo al visual y al gestual; como una prolongación, refuerzo o extensión de la persona y sus habilidades. Además de favorecer la aparición y evidencia de aspectos ocultos en los sistemas vinculares. Algunos típicos son los títeres, mascaras, telas, cuerdas, papeles, bolsas, pinturas, plastilina, cojines, etc.

- Complementariedad de roles: Es una técnica que sirve para aportar lo que falta en la relación y facilitar el desarrollo de un rol o vínculo determinado. A través de la misma se pretende tomar conciencia de las diferencias entre las contradicciones en las confrontaciones de competitividad y las versiones complementarias de colaboración, la negociación o la gestión del conflicto.

- Multiplicación dramática: Es la puesta en acción sucesiva de una misma situación por partes de las distintas personas presentes que aportan su perspectiva personal sumando múltiples puntos de vista. Se puede realizar para expresar diversas soluciones o aportar riqueza en el intercambio de puntos de vista ante una misma situación. Para mí es la herramienta más potente al tiempo que creativa del proceso. Es una puerta inigualable para la entrada al inconsciente colectivo, al alma grupal.

- Role-playing pedagógico: Es un juego de roles activo de aprendizaje significativo de nuevas vinculaciones ante situaciones reales, deseadas, temidas, etc. Se utiliza para perfeccionar un rol poco efectivo, para cambiar un rol inadecuado; o bien para crear un rol ausente, mediante el juego de “aciertos y fallos” en progresiva dificultad hasta la satisfacción.

- Escenas intermediarias: Consiste en detener una escena central significativa, a partir de la cual se pasa a construir las previas y las posteriores. Su objetivo es sintetizar el conflicto o el relato a partir de una escena estática y, además, poder obtener una secuencia de imágenes que permitan comprender la historia del conflicto y sus perspectivas. Si es necesario se pueden añadir más escenas anteriores y posteriores. Después se pasa a repetir la historia cronológicamente, al tiempo que el protagonista hace un relato verbal de las mismas.

La sutileza y al mismo tiempo la potencia de las Técnicas Psicodramáticas requieren que el facilitador esté muy seguro de su correcta utilización y si es pertinente realizarlas en el grupo de trabajo. Todo surge de la vinculación previa a las personas, de la complicidad y entrega al trabajo y por supuesto de una buena preparación, que como dirían los psicodramatistas argentinos un buen caldeamiento.